lunes, 13 de diciembre de 2010

De no hacer nada por quererlo todo

Me dice que el momento es del que encara

y me digo "para, analiza, suspende el segundo,

amortiza el instante, respira profundo

y sufre o disfruta hasta tenerlo en la palma“.

Y con calma subordinante, llenando la estancia

con pura arrogancia, con plomo, con fuego,

locura, malicia y el ego más frío contesto:

"protesto, el momento es mío“.

mío es hoy, mío fue ayer

mío mañana, mío anochecer

míos tus ojos, mía tu boca,

mías tus manos, mío lo que tocan.

¡mío!

míos el mundo y el universo

mías las letras y mío este verso

¡mío todo y mío nada!

porque no sé lo que quiero.

mío no saber, sólo respirar

mío empezar desde cero.

¡Repara! y le veo coger aliento

y en sus ojos la victoria:

me ha robado mi momento, sí,

y aún me quedan más instantes

infinitos todos pero, tan, tan insignificantes.

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