lunes, 11 de abril de 2011

El asombroso sofá teletransportador

A veces cargo el móvil de España y lo dejo encendido porque cuando se descarga, me avisa con pitidos. Durante una fracción de segundo pienso que estoy en casa. No me importa la decepción que sigue al tono, porque volverá a pitar dentro de un rato y oiré otra vez a mi madre colgada del teléfono o riéndose con anuncios de la tele; a mi hermano haciendo deberes con la radio puesta o haciendo que lee; a mi padre hablando en gritos silenciosos con Gerardo; a Javi frenando el Astra en la puerta de casa con esos estados de ánimo que pocos sabemos leer; a Caro explorando nuevas maneras de sonreír que tienen la secreta cualidad de reflejarse. A veces, durante varias fracciones de segundo, estais todos sentados conmigo en el sofá, y aunque casi no hay sitio, no podría estar más cómodo :)