lunes, 11 de abril de 2011

El asombroso sofá teletransportador

A veces cargo el móvil de España y lo dejo encendido porque cuando se descarga, me avisa con pitidos. Durante una fracción de segundo pienso que estoy en casa. No me importa la decepción que sigue al tono, porque volverá a pitar dentro de un rato y oiré otra vez a mi madre colgada del teléfono o riéndose con anuncios de la tele; a mi hermano haciendo deberes con la radio puesta o haciendo que lee; a mi padre hablando en gritos silenciosos con Gerardo; a Javi frenando el Astra en la puerta de casa con esos estados de ánimo que pocos sabemos leer; a Caro explorando nuevas maneras de sonreír que tienen la secreta cualidad de reflejarse. A veces, durante varias fracciones de segundo, estais todos sentados conmigo en el sofá, y aunque casi no hay sitio, no podría estar más cómodo :)

2 comentarios:

  1. que lindo ^^
    ser capaz de sentir eso es algo envidiable para un lobo estepario.

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  2. He estado muy ocupada organizando mi vida, con mi nuevo trabajo, mi nuevo "rol" de esposa perfecta... mi barra de "favoritos" en explorer se fue a la estratosfera cuando formateé mi ordenador como uno más de estos cambios... y había olvidado lo mucho que me gusta este blog, lo mucho que me asombra cada vez que leo la brillantez con la que está escrito y lo mucho que me transmite. He leído un par de libros la última semana, y no me han provocado gran cosa, pero la lectura de esta entrada me ha hecho saltar las lágrimas, como otras tantas de este mismo blog... llamadme sentimental, pero las emociones son subjetivas y en lo más profundo de mi ser me tocan estos contenidos... y la indudable maestría de su forma escrita. Gracias por recordarme que sigo siendo una romántica, tal vez, si la palabra no me queda muy grande, una "artista" atormentada por sus propios demonios internos... aunque aquí el único artista es el autor de este blog. En mi lista de favoritos de explorer "again".

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