viernes, 19 de abril de 2013

Aplíquese sobre la herida.

"Un antiguo cuento sufí relata la historia de un anciano maestro del arte de la guerra de Al Andalus, capaz de derrotar a cualquier adversario pese a su edad. Un día fue retado por un guerrero con fama de invencible, mucho más joven y fuerte. Su técnica consistía en provocar la ira del adversario y aprovechar sus errores. Nunca había perdido un combate. El anciano maestro y el joven guerrero se reunieron en la plaza de la ciudad para batirse, y durante horas el joven guerrero escupió, burló, ofendió e insultó al anciano, a su familia y antepasados, pero el viejo maestro no se inmutó. Al final, agotado y humillado, el joven guerrero se retiró y los discípulos preguntaron al maestro cómo había soportado tal indignidad cobardemente, sin sacar su espada aun a riesgo de ser vencido por el joven. El maestro les dijo: 'Si alguien te hace un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo?'. 'A quien intentó entregarlo', respondió un discípulo. 'Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia -dijo el maestro-: Cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo...'"

-Antonio Salas,
El Palestino.

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