viernes, 4 de marzo de 2011

Consejo #1 para mí (así no suena a chulería).

Lo escribí en inglés y después lo traduje, así que lo pondré en el orden original.

I used to think that happiness came with ignorance, but I was mistaking that for a deaf ego. A deaf ego will not hear tones or inflection in the words of others, and it won’t find unnecessary conflict. Now, a deaf ego does not make you happy by our own definition of happiness, but what’s happiness anyway? Can I be happy being ignorant and having a deaf ego? That would just make me content, because my level of understanding in those things that bring us true joy would be limited. To be able to be truly happy, you need to be able to suffer deeply, and those who are content live within the confines of such narrow limits that they needn’t worry about it, really. To understand poor, you must understand rich; to understand high, you need to understand low. Our deaf ego could help us separate what makes us happy or sad from our own perception of things that try to emulate feelings of happiness and sadness. One is not happy permanently, so there isn’t a “road to happiness”, because BEING happy, as a quality, would not allow someone to be SAD, and without one, we can’t have the other. So here’s my advice: whenever you think you’re the saddest you’ve ever been, it must mean that you’ve experienced a great amount of happiness. Be both, because you can't help it and it's better than being content.


Solía pensar que la felicidad era algo que venía acompañado de la ignorancia, pero estaba confundiéndola (a la ignorancia) con un ego sordo. Un ego sordo no oye tono o inflexión en las palabras de los demás, y no se encuentra con el conflicto innecesario. Ahora bien, un ego sordo no te hace feliz, siguiendo nuestra propia definición de felicidad pero, ¿qué es la felicidad de todos modos? ¿Puedo ser feliz siendo ignorante y teniendo un ego sordo? Eso me haría alguien “contento”, porque mi nivel de comprensión de aquellas cosas que nos dan verdadera alegría sería limitado. Para ser capaz de ser realmente feliz, es necesario tener la capacidad de sufrir profundamente, y esos que están (o son) “contentos” viven dentro de límites tan estrechos, que no necesitan preocuparse en realidad. Para entender “pobre” hay que entender “rico”; para comprender “alto” hay que comprender “bajo”. Nuestro ego sordo puede ayudarnos a separar lo que nos hace felices o nos entristece, de nuestra propia percepción de esas cosas que tratan de emular a los sentimientos de felicidad y tristeza. Uno no es feliz permanentemente, así que no hay un “camino a la felicidad”, porque SER feliz, como cualidad, no permitiría a alguien ser infeliz, y sin lo uno no podemos tener lo otro. De modo que aquí está mi consejo: cuando sientas la mayor tristeza que nunca hayas experimentado, tiene que significar que has experimentado una gran felicidad (o no, y esa mayor tristeza no es para tanto, jeje). Trata de ser las dos porque no puedes evitarlo y es mejor que estar permanentemente contento.

Y ya, para enrevesarlo del todo, esto es algo que me entristece y me hace feliz a la vez: http://www.youtube.com/watch?v=vQVeaIHWWck
¡Ah! Y él (curiosidades de la vida) era sordo, pero eso ya lo sabíais

7 comentarios:

  1. Vuelvo a contestar en un mensaje del facebook. Entretanto solo diré que, a mi entender, está claro que... cuanto menos conocimiento tengamos de:
    * lo que nos falta,
    * lo que nos perdemos,
    * lo que no tenemos,
    * lo que queremos tener,
    * lo que necesitamos,
    * lo que la vida nos ha negado,
    * lo que teníamos y hemos perdido,....

    ...cuanto menos conscientes seamos de todo eso, menos probabilidades de caer en manos de la infelicidad.

    ResponderEliminar
  2. Gracias!!! últimamente me estaba centrando demasiado en las cosas negativas, se me había olvidado que si fui tan infeliz como viste hace años es porque antes fui en igual modo feliz.
    Por cierto que lo que a día de hoy me duele es también lo que me aporta más felicidad, ya hablaremos de ésto en otra ocasión ;)

    Y gracias, sabía que tu comprenderías mi percance con los corredores, de hecho creo que ¿fueras tú quien me dió el consejo de que si un corredor y uno van en direcciones contrarias y al esquivarnos vamos hacia el mismo lado dejar de intentar apartarse y que sea él quien lo haga para no romperle el ritmo con cambios continuos de direccion?

    ResponderEliminar
  3. Sastamente! Al menos eso es lo que yo pensaba al correr. A veces es más fácil adivinar lo que va a hacer alguien que está de espaldas que alguien que viene de frente.

    ResponderEliminar
  4. Wekele!!
    Al final no me llamaste de nuevo ayer, acuerdate de añadirme al messenger o algo asi para que podamos mantener contacto.
    Un abrazo broda!

    ResponderEliminar
  5. Wee! ¿Sabes a quien vi? ¿Te acuerdas de la chica con cara de mala ostia que nos cruzabamos al volver del politecnico? La he visto con una niña de tres años y empujando un carrito con un baby ^^ por el resto parece seguir como siempre.

    ResponderEliminar
  6. Juas! Si a la vuelta del Politécnico no pasaba la chica, fallo en Matrix.

    ResponderEliminar
  7. Me ha encantado esta entrada (siento ser pesada siempre diciendo lo mismo, pero es que es la verdad!!) siempre consigues removerme algo en el subconsciente... me pones la piel de gallina tíooo... aunque sé que en gran parte es porque sabes perfectamente qué vocabulario y en qué orden colocarlo para lograrlo... lo que dices, el propio contenido, siempre parecen ser cosas a las que les estoy dando vueltas yo misma, claro que jamás sabría plasmarlas en (papel? xD) palabras como tú... por eso me encanta que tú lo hagas :P un abrazo Man!!!

    ResponderEliminar